Con base en el caso presentado, a continuación, presento un análisis general:
El caso describe a una organización corporativa que solicita apoyo para diseñar una estrategia de reestructuración debido a problemas operativos y de coordinación interna.
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Proyecto de Reestructuración Organizacional
1. Diagnóstico inicial: Identificar los síntomas
El cliente presenta cuatro síntomas principales que afectan su desempeño:
- Fallas en la eficiencia operativa
Indican que los procesos actuales no están optimizados, presentan pasos innecesarios o carecen de una adecuada secuencia lógica. - Duplicidad de funciones
Señala falta de claridad en roles y responsabilidades, probablemente derivada de ausencia de descripciones de puesto actualizadas o una estructura mal definida. - Baja productividad
Consecuencia directa de ineficiencias, retrabajos y falta de alineación estratégica entre áreas. - Desarticulación entre áreas
Sugiere brechas de comunicación, procesos aislados y poca integración organizacional, lo cual reduce la capacidad de la empresa para generar resultados cohesionados.
Los elementos identificados son de orden estructural, funcional y humano:
- Estructural: El diseño organizacional actual no sostiene la operación y provoca confusión en la cadena de autoridad y decisión.
- Funcional: Los procesos no fluyen de manera estandarizada, lo que genera pérdida de tiempo, retrabajos y falta de control.
- Humano y cultural: La desarticulación apunta a fallas en comunicación, colaboración y liderazgo, componentes que suelen amplificar los problemas operativos.
Estos indicadores evidencian problemas estructurales y de procesos, así como posibles brechas en la comunicación interna, definición de roles y alineación estratégica.
El diagnóstico preliminar sugiere que la estructura actual no responde a las necesidades del negocio, lo cual genera esfuerzos aislados, retrabajos y falta de claridad en la responsabilidad sobre los resultados.
2. Marco de análisis
Para abordar una problemática integral, se propone un marco de análisis basado en tres dimensiones:
- Dimensión estructural: revisión del organigrama, niveles jerárquicos, duplicidades de funciones y alineación entre roles y objetivos estratégicos.
- Dimensión funcional y de procesos: análisis de flujos de trabajo, tiempos de ciclo, cuellos de botella, coordinación interdepartamental y criterios de toma de decisiones.
- Dimensión humana y cultural: identificación de percepciones del personal, niveles de colaboración, liderazgo, comunicación interna y clima laboral.
Este marco permitirá comprender tanto la arquitectura formal de la organización como las dinámicas reales que ocurren en el día a día.
3. Propuesta metodológica
Se propone una metodología de intervención en cuatro fases:
Fase 1. Diagnóstico profundo
- Aplicación de entrevistas semiestructuradas a directivos y equipos clave.
- Análisis de documentos operativos, indicadores de gestión y descripciones de puesto.
- Mapeo de procesos críticos con enfoque en actividades clave, responsables y puntos de interacción entre áreas. Diagramas de flujo de operación.
- Identificación de duplicidades, ineficiencias y brechas de coordinación.
Se utilizarán diversas herramientas como: entrevistas dirigidas, observación participativa, matriz de responsabilidades RACI, mapeo de procesos, diagramas de flujo de operación, árbol de problemas para causa raíz, etc.
Fase 2. Rediseño organizacional
- Definición de un modelo organizacional objetivo (target) alineado a la estrategia del negocio.
- Eliminación y/o reasignación de funciones duplicadas.
- Rediseño de procesos clave bajo principios de eficiencia y claridad de responsabilidades (RACI).
- Ajustes en niveles de reporte, integración de equipos o creación de nuevas funciones estratégicas.
Fase 3. Gestión del cambio
- Comunicación clara del porqué y para qué del cambio.
- Plan de capacitación para nuevos roles y procesos.
- Estrategias de acompañamiento a líderes para asegurar la adopción del modelo rediseñado.
- Gestión de resistencias mediante espacios de diálogo y retroalimentación continua.
Fase 4. Implementación operativa
- Puesta en marcha gradual del nuevo modelo.
- Establecimiento de métricas de control por área.
- Ajustes operativos según resultados de la etapa piloto.
4. Evaluación de impacto
Para una medición eficiente, se debe definir desde el inicio los indicadores y metas claras. Una vez definidos estos indicadores o KPI´s, la medición se realizará antes y después de la intervención:
- Eficiencia operativa: reducción de tiempos de proceso y eliminación de retrabajos.
- Productividad: incremento en resultados por colaborador o por área.
- Claridad funcional: disminución de conflictos por roles indefinidos o duplicados.
- Colaboración inter-áreas: mejora en tiempos de respuesta y calidad de entregables entre áreas.
- Clima y satisfacción del personal: encuestas de percepción posteriores a la reestructuración.
El análisis de impacto permitirá validar si la reestructuración fortalece la alineación organizacional, optimiza los recursos y mejora la competitividad del cliente.