Sin duda, Esta es una situación que debe atenderse de inmediato Pon las afectaciones que ha provocado tanto en la confianza hacia el colaborador como en la dinámica laboral del equipo. El comportamiento éticamente cuestionable -Ocultar información o tomar decisiones sin consultar- Nos habla de algo más que un simple error, Es un síntoma de que necesitamos revisar cómo estamos funcionando como equipo y cómo organización.
Antes de hablar con el colaborador considero necesario hacer una reflexión propia como líder. Preguntarme si los lineamientos, políticas y compromisos éticos estaban realmente claros; si se han comunicado de manera constante; Y reconocer qué, en cualquier relación laboral o personal, la responsabilidad nunca recae solo en una parte. Él está actuando de una forma que me da la oportunidad de reforzar,, con todo el equipo, La importancia de los principios éticos y del trabajo colaborativo. Las decisiones se toman desde la libertad, sí, pero sin olvidar que formamos un "nosotros" qué depende de la confianza mutua.
Comunicarle al colaborador que reconozco sus capacidades, logros y potencial, pero que todo eso debe alinearse a las metas de la empresa desde un comportamiento íntegro, qué tan Consciente es de su conducta, qué motivó sus acciones y si alcanza a ver el impacto que tuvieron en el equipo. Desde el autoconocimiento y la ética del cuidado, Podría ayudarlo a comprender cómo la falta de regulación emocional quizá influyó en que actuara impulsivamente o desde alguna sensación de presión o inseguridad.
Me interesa escucharlo, entender su contexto y, a partir de ahí, acompañarlo hacia una toma de decisiones más madura y congruente. Que vea que sus acciones tan bien representan a la empresa y que, cuándo actúa desde la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, está formando hábitos que fortalecen su identidad ética. Además preguntarle, cómo piensa restaurar la confianza del equipo, promover su responsabilidad sin atacarlo, y recordarle que -cómo planteaba Kant- debemos tratar a las personas como fines y nunca como medios.
Ejercer de esta manera empatía hacia su vulnerabilidad, pero también hacerle ver que no basta con actuar "porque puede"; Es necesario actuar desde la coherencia entre su vida interna y su vida externa. Sería importante que él mismo identifique qué principios puso en tensión al decidir callar u ocultar información, Y qué estaba imaginando qué podía ganar o perder con ello.
También es necesario que tome conciencia de cómo, a quiénes y en qué medida afectó su comportamiento, no para generar culpa sino para estimular un compromiso real con el cambio. Motivarlo a pensar en soluciones realistas que ayuden a minimizar el daño y que, al mismo tiempo, fortalezcan su identidad ética. La regulación emocional será clave: actuar desde la madurez emocional, especialmente en momentos de vulnerabilidad o presión, Es lo que permite sostener la integridad en la práctica diaria.
Después de trabajar esto con él, sostendria una reunión con todo el equipo para reforzar nuestras bases éticas. No para señalar o juzgar, sino para que cada quien reflexione si en algún momento ha tenido un dilema ético similar y qué los guió para actuar (o no actuar) correctamente. La idea es que el equipo pueda compartir experiencias desde la ayuda, no desde el ego, para generar un compromiso renovado con la responsabilidad colectiva, la ética del autocuidado y una ética dialógica qué impulse la participación, el diálogo y la reflexión.
Mi intención sería que todos - Incluyéndome como líder- nos preguntemos cómo cada decisión transforma nuestro entorno y cómo podemos construir un espacio más consciente, más responsable y más alineado al bien común. Darle importancia a la comunicación clara y precisa, a la escucha activa (humanista y filosofía del diálogo) y al trabajo que cada uno debe realizar para crear un ambiente seguro, honesto y en empatia para cada colaborador y así no existan miedos o incertidumbre por el qué y cómo decirlo. Nuestra cultura organizacional será desde el liderazgo consciente, de apertura y basado en principios éticos de autocuidado y gestión emocional
PREGUNTAS:
- ¿Cómo la ética influye en la toma de decisiones de un equipo? La ética influye porque no es solo un conjunto de normas externas; se convierte una de elección consciente de vida. Es una guía que orienta nuestras decisiones desde la responsabilidad y el comportamiento congruente, dónde valores como la integridad, la justicia, la templanza, la libertad y el respeto permiten tomar mejores decisiones en equipo. Estas conductas impactan tanto a los otros como al entorno y ayudan a construir confianza claridad y coherencia en el actual cotidiano.
- ¿Que valores consideras esenciales para restaurar la confianza en la situación planteada? El primero es la responsabilidad, Dónde el colaborador puede reconocer cómo impacta su conducta y actuar en consecuencia, No desde la unilateralidad, sino desde la conciencia de que sus decisiones afectan al equipo. El segundo es la integridad, entendida cómo actuar éticamente aun cuando nadie nos observe; decidir desde principios universales que no dañen ni a uno mismo (ética del autocuidado) ni a los demás. Sumado a ello, actuar con prudencia, templanza y fortaleza, favorece que, A través de la reflexión continua, Se generen conductas coherentes entre lo que somos y lo que hacemos. Esto inicia con el líder, pero toca a cada colaborador de un modo u otro no solo a quien cometió la falta. Puede ser, en la reflexión de sus valores y filosofía personal
- ¿Cómo puede un liderazgo consciente manejar dilemas éticos y promover el bienestar dentro de la organización? Un liderazgo consciente ayuda al equipo a identificar los valores en juego y tomar decisiones justificadas, flexibles y adecuadas a cada situación. No actúa desde recetas, sino desde la reflexión profunda y el cuestionamiento de nuestras acciones; qué tan alineadas están con el propósito común y con el bienestar organizacional. Al ser consciente de lo que siente, puede gestionar sus emociones y actuar éticamente frente al otro, porque reconoce sus propias reacciones, sus desencadenantes y cómo influyen -positiva o negativamente- en su toma de decisiones. También identifica sus valores, prioridades y dilemas frecuentes, observando qué patrones necesita ajustar para no afectar al equipo. Cuándo se es consciente del impacto personal sobre los demás, las actitudes se ajustan a los valores éticos y fortalecen la relación con el equipo. Esto genera decisiones tomadas desde la reflexión y no desde la reacción impulsiva. La comunicación se vuelve clara y empática, y no existe problema en reconocer errores porque hay responsabilidad ética. Todo esto fortalece la credibilidad, el bienestar organizacional y también el bienestar personal, porque se actúa en congruencia.