La propuesta para abordar la reestructuración consiste en lo siguiente:
Elaborar un diagnóstico inicial para validar, complementar y analizar a detalle las problemáticas presentadas por el cliente. Para poder definir de manera clara el problema, partiría de recolectar información adicional.
En primera instancia, pedir al cliente los reportes o información donde se reflejen los indicadores cuantitativos de las problemáticas planteadas, con los cuales se realizaría una clasificación y depuración de información. Posteriormente, se propone utilizar las siguientes herramientas para complementar el diagnóstico:
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Un mapeo del proceso productivo de la empresa
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Un análisis FODA, específicamente de la operación.
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Un análisis de los puestos, la distribución de la estructura organizacional y las funciones clave del negocio.
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Un grupo focal con los integrantes clave de las áreas en conflicto para identificar las principales actividades o decisiones que generan la desarticulación. Utilizando la herramienta de 5 por qués, la escucha activa y adaptando la comunicación según cada perfil para identificar causa raíz.
Durante la aplicación de las herramientas y el análisis posterior de la información obtenida, se plantea el siguiente marco para el análisis:
Utilizar un enfoque de análisis causal y sistémico para identificar el por qué “de las fallas en la eficiencia, la baja de productividad, los puntos críticos del proceso y duplicidad de funciones” buscando comprender los factores estructurales que generan estas fallas, y así poder plantear posteriormente soluciones con efectos a largo plazo. Utilizar la lógica y estructura para conectar causas y consecuencias con claridad y contar con escepticismo saludable para no aceptar la primera respuesta como absoluta, y mostrar una curiosidad natural para indagar más allá de lo básico, utilizando la evidencia como eje rector para plantear los hallazgos.
Una vez se tenga claridad en los hallazgos, se propone utilizar una matriz de priorización para identificar la prioridad en la atención a las causas, y plantear al menos dos alternativas de solución para abordar el cambio.
Ya concluido el análisis, presentar un resumen de hallazgos prioritarios, para luego validar con el cliente y el personal clave. A partir de aquí, desarrollar la propuesta metodológica que mejor se adapte a la empresa y sus recursos para implementar los cambios.
La propuesta metodológica para atender la reestructuración se plantearía a través de un proyecto para redefinir la planeación estratégica de la empresa a la par que la estructura de la organización. Con el objetivo de redefinir el rumbo y alinear los recursos y estructura de la organización hacia los objetivos estratégicos. Esto implica comprender la visión del negocio y alinear las actividades, procesos, personas y en general los recursos al cumplimiento de la visión con indicadores realistas y efectivos.
Para poder definir la planeación estratégica de la organización, se realizaría un modelo de negocio CANVAS para así visualizar el negocio desde la perspectiva de generación de valor, y plantear utilizar un cuadro de mando integral para alinear las estrategias a indicadores de desempeño puntuales y claros para las áreas del negocio.
El proyecto de reestructuración se plantea en etapas para implementar las recomendaciones, que pudieran estar orientadas a rediseñar procesos, puestos, medir el desempeño, etcétera; es decir, implementar un nuevo sistema de gestión. Para lo cual, se definiría de manera clara los objetivos y alcance del proyecto, se presentaría un cronograma y presupuesto de los recursos necesarios para la implementación del proyecto, se identificará de manera clara los riesgos para la implantación y las posibles acciones de mitigación y se definirán los indicadores de avance del proyecto así como los tiempos para dar seguimiento a las metas de cambio planeado. Para la gestión del proyecto se sugiere utilizar un software tecnológico como trello.
Para la implementación de la estrategia de reestructuración, y la gestión del cambio en la organización, se plantea apoyarse de una matriz RACI para facilitar el cambio en las funciones y estructura, grupos de enfoque, técnicas de negociación y comunicación efectiva para cada público.
Para finalizar, se plantea que se realice la evaluación del impacto con los siguiente indicadores de mejora de los problemas planteados inicialmente como:
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Incremento en la eficiencia operativa
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Incremento en la productividad
Por otro lado, la evaluación también debe estar orientada a asegurar la eliminación de funciones duplicadas, una nueva estructura de la organización, así como la claridad de funciones y procesos clave, impactando lo anterior en una adecuada coordinación entre áreas y una cultura más favorable para la gestión de la organización.
Aunado a lo anterior, se sugiere dar seguimiento a los indicadores que se deriven del proyecto específico de reestructura y que tengan que ver específicamente las causas identificadas ya sea a nivel estratégico o cultural.
Las herramientas y estrategias específicas deberán definirse de manera puntual, atendiendo a las particularidades del negocio y su contexto real. Por lo que esta propuesta esta sujeta a adaptación, en función de dicha información.