La situación presentada por LogixMarket ejemplifica un problema común en empresas digitales que experimentan un crecimiento acelerado inicial: asumir que una estrategia que funcionó en el pasado seguirá generando resultados sin necesidad de ajustes. En entornos altamente competitivos y volátiles, como el comercio electrónico, no evaluar ni ajustar la estrategia en tiempo real implica riesgos significativos.
Uno de los riesgos más evidentes es la pérdida de competitividad, ya que los cambios en precios, preferencias del consumidor, algoritmos de plataformas digitales o costos logísticos pueden volver obsoleta una estrategia previamente exitosa. Además, la falta de monitoreo oportuno puede derivar en incrementos operativos no detectados, como ocurrió con LogixMarket en su cadena de distribución, lo que afecta directamente la rentabilidad. Otro riesgo importante es la desconexión con el cliente, lo que se traduce en disminución del tráfico, pérdida de clientes recurrentes y debilitamiento del posicionamiento digital.
En este sentido, la implementación de un sistema de monitoreo de KPIs se vuelve esencial. Los indicadores clave permiten evaluar el rendimiento real y no el supuesto, facilitando decisiones ágiles basadas en datos. Métricas como tasa de conversión, nivel de recompra, CAC, tiempo de entrega o margen por categoría pueden alertar rápidamente sobre desviaciones, permitiendo ajustar precios, optimizar campañas, rediseñar procesos logísticos o mejorar la experiencia del cliente antes de que el impacto sea irreversible. En síntesis, un monitoreo continuo de KPIs convierte la intuición en estrategia y el dato en ventaja competitiva.