¿Qué riesgos podrían enfrentar las empresas que no evalúan ni ajustan sus estrategias en tiempo real, y cómo puede un sistema de monitoreo de KPIs facilitar decisiones más oportunas en entornos digitales?
Las empresas necesitan ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios de los consumidores, avances tecnológicos o condiciones económicas que pueden representar oportunidades o riesgos para dicha empresa. Esa flexibilidad implica revisar y modificar las estrategias la empresa de manera constante para responder a esos cambios. Si una empresa no tiene esa habilidad puede hacer que sus productos queden obsoletos o que bajen las ventas, lo cual la puede llevar al caso extremo de cierre de operaciones.
El uso de KPIs es una gran ayuda para medir el desempeño general de la empresa y así poder identificar cuando hay procesos que necesitan atención. Por ejemplo, un KPI financiero puede medir los ingresos o el retorno de inversión, y de esa manera se puede identificar si la empresa está obteniendo ganancias o si está siendo rentable y, en caso de no serlo, la empresa puede implementar estrategias para aumentar las ganancias o, reducir costos. Un KPI de clientes puede decirnos si estamos obteniendo suficientes clientes con las campañas de publicidad y, en caso de que no, se puede hacer mejoras a las campañas.
Como se vio en el ejemplo de la empresa LogixMarket, el hecho de haber adaptado su estrategia integrando nuevas tecnologías digitales y optimizando su logística, además de agregar el monitoreo de KPIs, ayudó para recuperar su competitividad. Los KPIs utilizados fueron precisamente en la satisfacción de clientes, cumplimiento de entregas, tasas de recompra y rentabilidad por categoría de producto, aspectos que representan la parte más importante de la operativa de la empresa.
Con esto podemos concluir que, efectivamente, la flexibilidad de la empresa para cambiar sus estrategias y el uso y monitoreo adecuado de los KPIs son dos herramientas muy importantes.