Diagnóstico inicial
Hoy la empresa enfrenta algunos retos que todos hemos notado en el día a día y que desafortunadamente son muy comunes cuando las empresas nacen se olvidan de la estructura y voltean a verla hasta que el negocio lo exige:
- Hay tareas repetidas en diferentes áreas, lo que genera confusión y desperdicio de tiempo.
- Los procesos no están bien conectados, lo que provoca retrasos y baja productividad.
- Muchas personas sienten que trabajan aisladas, sin coordinación con otros equipos.
En pocas palabras: la organización funciona, pero no de la manera más eficiente ni con la claridad que necesitamos para crecer. En este caso los negocios que sobreviven son aquellos que son muy nobles y que gozan de una rentabilidad que les permite tener este tipos de estructuras. Yo he escuchado a empresas que literalmente dicen: Mi producto se vende solo!
Marco de análisis
Miremos la empresa como un sistema completo, donde cada área depende de las demás. Si una parte no funciona bien, afecta al resto.
- Revisaremos cómo están organizados los equipos y qué funciones cumplen.
- Observaremos cómo fluye la comunicación y qué obstáculos existen.
- Analizaremos qué valores y prácticas compartimos y cuáles necesitamos reforzar.
Este enfoque nos ayudará a ver no solo los problemas, sino también las oportunidades de mejora llegando a la (s) ccausa raíz y generar un plan basado en un Pareto.
Propuesta metodológica
La estrategia se desarrollará en cuatro pasos:
- Escuchar y entender
- Conversar con los equipos para conocer sus tareas, dificultades y propuestas.
- Identificar dónde se repiten funciones y qué procesos generan más retrasos.
- Definir roles y responsabilidades de manera clara, para que cada persona sepa qué se espera de ella.
- Simplificar procesos y eliminar duplicidades.
- Crear espacios de comunicación entre áreas (reuniones breves, herramientas digitales).
- Explicar de forma transparente por qué se hacen los ajustes y qué beneficios traerán.
- Capacitar a los equipos en nuevas formas de trabajo.
- Nombrar líderes internos que apoyen y motiven a sus compañeros.
- Establecer indicadores fáciles de entender: tiempos de entrega, costos reducidos, satisfacción del personal.
- Revisar periódicamente los avances y hacer correcciones cuando sea necesario.
Evaluación de impacto:
El éxito de esta estrategia se verá reflejado en tres aspectos:
- Operativo: Menos tareas repetidas, procesos más rápidos y reducción de costos.
- Humano: Mayor claridad en los roles, mejor comunicación y un ambiente de trabajo más motivador.
- Estratégico: Una organización alineada con sus objetivos de crecimiento y preparada para competir en el mercado.
En un plazo de 12 a 18 meses, esperamos ver mejoras visibles en productividad y satisfacción interna.