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Consultoría estratégica: análisis de un problema complejo

Consultoría estratégica: análisis de un problema complejo

por Luis Manuel Romo Carmona -
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Como consultor asignado al caso, mi tarea consiste en diseñar una propuesta metodológica para abordar la reestructuración organizacional de un cliente corporativo que presenta fallas en la eficiencia operativa, duplicidad de funciones, baja productividad y desarticulación entre áreas. Con este ejercicio pongo en práctica el análisis de problemas complejos, integrando diagnóstico, intervención y evaluación, y reforzando habilidades de pensamiento crítico, planeación estratégica y toma de decisiones fundamentadas.

1. Diagnóstico inicial

Desde la perspectiva de consultor, estos síntomas no se explican solo por una “mala organización”, sino por una combinación de tres factores:

  • procesos poco definidos o no documentados,
  • información dispersa o duplicada entre áreas,
  • falta de indicadores claros para gestionar el desempeño.

Como consultor, parto de un diagnóstico integral que toma en cuenta procesos, estructura, cultura organizacional, gestión de la información y relaciones entre áreas, para entender cómo se genera el retrabajo y por qué las decisiones se toman de manera desarticulada.

2. Marco de análisis

Para analizar este problema complejo utilizo un enfoque sistémico y basado en procesos, apoyado en herramientas trabajadas en el curso:

  • FODA, para integrar factores internos (fortalezas y debilidades de la estructura y los procesos) y factores externos que presionan la operación.
  • Mapeo de procesos, para identificar cuellos de botella, actividades duplicadas y puntos críticos de coordinación.
  • Revisión de las áreas de intervención del consultor (estrategia, operaciones, talento humano y tecnología), poniendo especial atención en cómo se genera, comparte y utiliza la información entre las distintas unidades.

Este marco me permite ver la organización como un sistema interdependiente y no como áreas aisladas.

3. Propuesta metodológica

Con base en lo revisado en la unidad de metodologías, diseño una propuesta organizada en cuatro fases que combina diagnóstico, rediseño y gestión del cambio:

  1. Diagnóstico detallado
  • Levantamiento de información cuantitativa (indicadores de productividad, tiempos de ciclo, errores, retrabajos) y cualitativa (entrevistas, observación de procesos).
  • Elaboración del FODA y de los mapas de procesos actuales, identificando duplicidades de funciones, flujos de información fragmentados y puntos donde se pierde eficiencia.
Diseño de la solución organizacional
  • Definición de un modelo objetivo en el que se clarifican roles y responsabilidades, se simplifican procesos y se establecen canales formales de coordinación entre áreas.
  • Propuesta de mejoras en la gestión de la información: estandarización de formatos, rutas de validación, repositorios únicos y responsables de datos por proceso.
Implementación y gestión del cambio
  • Elaboración de un plan de comunicación y capacitación para mandos y equipos, explicando el porqué de la reestructuración y los beneficios esperados.
  • Acompañamiento inicial en la puesta en marcha de los nuevos procesos y mecanismos de coordinación, promoviendo el uso disciplinado de la información y de los acuerdos operativos.
Seguimiento y mejora continua
  • Definición de un conjunto de indicadores clave (productividad, tiempos de respuesta, errores, nivel de cumplimiento de procesos) y de espacios periódicos de revisión.
  • Acompañamiento a mandos y equipos para analizar resultados, identificar desviaciones y realizar ajustes graduales sobre procesos, roles o flujos de información.

4. Evaluación de impacto

Evalúo el impacto de la reestructuración en tres dimensiones:

  • Operativa: reducción de tiempos de ciclo, disminución de retrabajos y errores, incremento de la productividad en procesos clave.
  • Organizacional: mayor claridad de funciones, mejor coordinación entre áreas y uso más eficiente de la información para tomar decisiones.
  • Desarrollo de capacidades: fortalecimiento de habilidades internas para documentar procesos, interpretar indicadores y gestionar el cambio, de manera que la organización no dependa solo del consultor para sostener las mejoras.

Como consultor, esta propuesta metodológica me permite abordar un problema complejo de manera estructurada, aplicando lo trabajado en las unidades sobre diagnóstico, metodologías de consultoría y habilidades clave del consultor, y cumpliendo con el objetivo de diseñar una estrategia aplicable a contextos reales, basada en evidencia y en una toma de decisiones fundamentada.